La radiofrecuencia puede ayudar a mejorar la supervivencia de pacientes con tumores hepáticos, mejorar la calidad de vida y ofrecer un tratamiento mínimamente invasivo.
Esta tecnología se basa en el principio de ablación por radiofrecuencia, que utiliza ondas de radio para calentar una área específica dentro del cuerpo. El calor producido destruye las células cancerígenas, mientras preserva el tejido sano alrededor.
El tratamiento puede ser utilizado para tratar tumores primarios y metastásicos hepáticos. Los resultados del tratamiento son prometedores, con un riesgo mínimo de complicaciones. Los pacientes también informan de una recuperación más rápida y menos dolorosa en comparación con otras formas de tratamiento.
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